Etapa 1
Reconocimiento
Inicié mis primeros acercamientos con algunas autoridades indígenas para conocer someramente las formas de renovación de sus ayuntamientos y, con ello, poder diseñar el guión y los instrumentos de registro para el trabajo de campo. Durante esta fase de reconocimiento definí los instrumentos de registro y revisé la pertinencia tanto de las metodologías y problema de investigación como del cuerpo teórico y del universo de estudio para ajustar allí donde fuese necesario, como sucedió con la muestra de investigación, ya que inicialmente había seleccionado cinco municipios correspondientes a distritos y grupos lingüísticos diferentes (mixes, zapotecas, mixtecas, mazatecas y nahuas). Pero al estar en campo haciendo esta revisión general del proyecto -que me ocupó dos semanas del mes de junio de 1998-, pronto me di cuenta de la importancia que tenía la redefinición de mi universo de estudio que inicialmente cubría poblaciones tan distintas, por una región cultural y lingüísticamente compacta que me ofrecía una gama de posibilidades comparativas para la construcción de modelos teóricos. Al mismo tiempo, si lograba que las autoridades indígenas estuvieran interesadas en una investigación de esta naturaleza podríamos encontrar un beneficio mutuo: los pueblos, a través de sus asambleas y cabildos, podrían emplear el estudio para reforzar sus decisiones comunales y apoyarse en la defensa de las controversias electorales en materia de usos y costumbres y, habiendo interés por parte de ellos, tendría una colaboración más honesta y comprometida de su parte, lo cual garantizaría un trabajo serio, responsable y con un alto grado de confiabilidad en la información. Finalmente, logré trabajar en esta forma en la región mixe.
De manera que al término de la primera etapa de campo ya tenía definida para el estudio a la región mixe de Oaxaca y el compromiso de colaboración de algunas autoridades de los pueblos. Así que cuando hice el trabajo de campo en sí, el interés se extendió entre los pueblos y obtuve el compromiso de colaboración responsable de los catorce municipios que aparecen en este libro. En los cinco municipios restantes no apliqué la investigación por falta de tiempo pues debía cumplir mi compromiso con la Universidad Nacional Autónoma de México en una fecha determinada, aunque intenté trabajar en Atitlán y Camotlán, sin conseguirlo, pues en ambos casos no hubo condiciones de acceso en las dos temporadas que procuré hacerlo. Así que el estudio se centró en las subregiones alta y media, quedando fuera toda la subregión baja.
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