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El uso de los catálogos en Antropología

Quiero presentar un breve comentario general sobre el papel que los catálogos desempeñan en la antropología, con el fin de mostrar sus diversas aplicaciones y formas de organización, así como de enmarcar su importancia dentro de la disciplina.

Empezaré diciendo que los catálogos son memorias, listas o inventarios hechos de manera ordenada con la finalidad de ser consultados eventualmente. El orden en que se organizan los datos tiene como propósito componer una serie o selección determinada. Los catálogos, generalmente, se diferencian del inventario porque analizan los datos con mayor profundidad, contienen más información y se presentan con una sistematización rigurosa. En todo catálogo se advierten ciertas condiciones como las de explicar el propósito para el cual fue elaborado, las fronteras que delimitan el universo de la información catalogada, la metodología empleada para su organización y el sistema de catalogación en sí.
En la antropología se ha elaborado con frecuencia este material, ya que en todas sus disciplinas ha sido necesario contar con este tipo de información para diversos fines, no sólo el de registrar y clasificar, sino también los de comparar para analizar y profundizar en un tema, problema o región, o en algún tipo de objetos.

A través de una pequeña indagación en el acervo de la biblioteca Juan Comas del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM hallé más de ochocientos títulos de catálogos de todo tipo, entre los que se encuentran obras acerca de mapas, instrumentos musicales, canciones populares tradicionales, exposiciones museográficas diversas, ilustraciones de varios tipos, lenguas indígenas, artesanías y trajes autóctonos, danzas, plantas medicinales, tesis de antropología, proyectos de investigación y muchas otras clases de objetos.

Se puede decir que el género del catálogo en la antropología tiene una finalidad propia y un tipo de estructura interna. En cuanto a su finalidad, la mayoría de los autores revisados coinciden en que su propósito ha sido reunir la información, clasificarla para su identificación y uso público -especialmente para los investigadores- porque dicha información no es de fácil acceso, no está disponible a cualquier público, o se desconoce su existencia, identificación o localización. Obviamente, los autores de catálogos deciden bajo qué criterios organizan la información y éstos representan ya un nivel de interpretación de los datos. Tomar este tipo de decisiones, sólo es posible cuando el autor tiene un nivel de acercamiento más profundo a los objetos, tema, región o problema de que trate el catálogo.

En cuanto al tipo de estructura interna, en la mayoría de los catálogos revisados los autores explican por qué y para qué se elaboró el catálogo y cómo se hizo. Por el tipo de obra de que se trata el catálogo es explicado ampliamente en su parte metodológica, con el fin de que el posible usuario pueda acceder fácilmente a él. A veces también se contextualiza el tema, o se incluyen pequeños ensayos acerca del mismo. En ocasiones pueden ir acompañados de bibliografías complementarias y de comentarios generales o, incluso, pueden presentarse resultados preliminares basados en el uso de la información catalogada en la introducción.

Una última observación que me parece importante destacar es que, salvo contadas excepciones, la gran mayoría de los catálogos publicados son de información de segunda mano. Por esta razón, cuando son elaborados con fuentes directas se convierten en obras que aportan aún más por su originalidad. En tal sentido, los textos antropológicos de este género tienen la peculiaridad de basarse casi siempre en fuentes de primera mano, ya que una de las grandes tareas de dicha disciplina es el registro y documentación de objetos de investigación de culturas ágrafas y, en consecuencia, indocumentadas, convirtiéndose así en materiales de mayor mérito y aporte científico.

El recuento anterior, aunque breve, me permite establecer que la obra Normas jurídicas en los sistemas de cargos mixes. Zonas alta y media, forma parte de esa rica variedad de materiales inventariados bajo un esquema de clasificación útil para el trabajo de investigación antropológica. Al menos, ese ha sido el propósito de su elaboración. Pero no el objetivo inicial.

 
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Universidad Nacional Autónoma de México Instituto de Investigaciones Antropológicas
Antropóloga María Teresa Valdivia Dounce / teresavd@yahoo.com